Adopción de OGGY

OGGY es un gato negro muy peculiar. Destaca entre el resto de los de su color por ser patilargo y esbelto. Toda una belleza.
Oggy tiene una mirada que te atrapa. Desprende su inocencia y eso te cautiva.
Es un gato buenísimo que jamás ha tenido un mal gesto. Aunque te acercaras más de lo que toleraba, ni siquiera bufaba, se alejaba y punto.
En la gatera, Oggy era el típico gato curioso que no terminaba de decidirse.
No se dejaba tocar, pero se dejaba ver. Y cuando cogía confianza podía acercarse a comer cerca de ti o pasearse a corta distancia, pero nos estancamos ahí; y no iba ni pa'lante ni pa' atrás.
Sabíamos que tarde o temprano conseguiríamos que fuera uno más de los que pide caricias; prometimos no parar hasta conseguirlo y así ha sido.
Le faltaba un empujoncito para arrancarse y estábamos seguros de que cuando lo consiguiera, no pararía de pedir mimos.
Llegó su empujoncito. Oggy se fue a una casa de acogida. Y aunque retrocedió muchísimo por el cambio, luego empezó a hacerlo muy muy bien.
Los primeros 15 días estuvo absolutamente escondido y era bastante difícil acercarse a él. Pero a partir de entonces ha ido haciendo poco a poco un cambio muy positivo. Poco a poco fue acercándose y ganando confianza poquito a poco.
Es un gato súper mimoso y cariñoso, tranquilo y súper bueno.
Lo llamas y viene a buscarte a la cama para recibir unos mimos.
Cuando viene visita a casa, se deja tocar por todos. No nos equivocábamos al precedir que iba a ser otro más de los que buscaría caricias. Por eso las acogidas son tan importantes. Necesitan ayuda para superar sus miedos y la protectora no es lugar para ello.
Oggy es apto para convivir con otros gatos y también con perros.
Si quieres saber más sobre Oggy, no dudes en contactarnos.