Adopción de PISTON

1 AÑO ENTRE REJAS Y TODA UNA VIDA DE INFIERNO.
La historia de PISTON es una de aquellas historias que te hace pensar que hay personas en el mundo que merecen recibir en sus propias carnes todo aquel sufrimiento que han hecho padecer a sus “mascotas”.
PISTON es un cruce de pastor alemán que llegó a la familia SPAC en junio de 2019. Lo trajeron sus dueños, los encargados de haberlo tenido durante toda su vida, en un campo, encerrado, al que tan solo iban una vez por semana. ¿Os imagináis lo que significa estar toda tu vida sin contacto alguno con nadie?
De ahí entendemos su desconfianza, ha pasado toda su vida solo, cuando hacía frío, llovía, nevaba, seguramente no tendría ni una sombra cuando hacía muchísimo calor y sería muy probable que estuviese atado a una cadena de forma permanente, aunque eso no lo mencionaran cuando lo abandonaron sin mirar atrás, sin importarles nada.
Así están muchos de aquellos perros que sólo sirven para “vigilar”. Así los convertimos en perros atemorizados que huyen y pueden llegar a morder si se sienten acorralados, porque no confían en nadie, porque nadie nunca les demostró lo que es el calor de un hogar.
Tiene ya unos 7 años y 6 de ellos, han sido un verdadero infierno, pero por suerte, cuando llegó a la protectora, su sufrimiento acabó ya que aquí, aunque no puede salir a pasear porque no se deja coger, no le falta de nada y está en compañía de muchos otros perros con los que puede distraerse y jugar.
Su rehabilitación tiene un largo recorrido por delante y esperamos que poco a poco comience a pensar que no todos los humanos somos iguales. Lo que sí es muy importante para avanzar es que le encantan las pelotas y le encanta jugar con ellas y que se las tires y si eres una persona conocida para él y le dedicas un tiempo a tirarle la pelota, verás como le cambia la cara y se le ilumina...eso sí, no se te acercará más de lo debido para evitar ser cogido.
PISTON es sociable con machos y hembras, tímido y desconfiado, pero dentro de la jaula, en comunidad se muestra un perro tranquilo y en paz.
Ahora solo tenemos que conseguir que esa tranquilidad la sienta también cuando las personas están a su lado y conseguir que lo que le queda de vida, pueda pasarlo en un verdadero hogar.
Aunque aún no está listo para ser adoptado, si te encantas los pastores y te gustaría ayudarlo, no dudes en contactarnos.